Las habilidades cognitivas cambian a lo largo de la vida y la habilidad para realizar algunas tareas tiende a declinar durante la vejez. Se ha propuesto que los fitoestrógenos pueden actuar para disminuir los niveles de factores neurotrópicos y acetiltransferasa en el lóbulo frontal e hipocampo, así como el estrés oxidativo. Los fitoestrógenos también pueden actuar sobre receptores estrogénicos endoteliales para inducir vasodilatación cerebral y mejorar la perfusión. Sin embargo, la evidencia epidemiológica del efecto de las isoflavonas sobre la esfera cognitiva, han sido mixtos. Mientras que en poblaciones con bajo consumo de soya no se ha reportado asociación, las poblaciones con mayor consumo han reportado tanto efectos adversos como protectores sobre la función cognitiva.

Estudios en animales han encontrado que el resveratrol (un fitoestrógeno del grupo de los estilbenos), es protector contra la neurodegeneración y puede incrementar las habilidades cognitivas en la memoria espacial. En humanos, ensayos clínicos han reportado que la suplementación con 150 y 200 mg de resveratrol en adultos mayores puede ser benéfico para la función cognitiva general.

Lehert y colaboradores, en una revisión sistemática y metaanálisis, reportaron que la suplementación con isoflavonas de soya (80-110 mg diarios) tuvo un pequeño efecto en la memoria, pero no sobre la cognición global. En una revisión sistemática se encontró que la suplementación con isoflavonas por 6 semanas mejoraba la planeación y flexibilidad mental en mujeres posmenopáusicas, sin embargo, otros dos estudios incluidos en esta revisión reportaron que no había ningún efecto sobre la mejoría, función global cognitiva o ejecutiva. Los autores de esta revisión identificaron que la pobre calidad de los estudios incluidos obstaculizaba el poder sacar conclusiones.

También se ha propuesto que los fitoestrógenos pueden tener un efecto sobre el estado de ánimo. En 2019, en otra revisión y metaanálisis se reportó que la suplementación con fitoestrógenos disminuyó la ansiedad y depresión en mujeres peri y postmenopáusicas.  Otra revisión sistemática realizada en 2017 identificó un efecto positivo de la soya y el lúpulo sobre la depresión y ansiedad, con efectos mixtos sobre el trébol rojo. Sin embargo, en estas revisiones se resalta que los efectos exactos son difíciles de determinar, debido a debilidades en la metodología y datos limitados.

Mientras que los estudios “in vitro” nos muestran los posibles mecanismos por los cuales los fitoestrógenos pueden tener beneficios sobre la función cognitiva y psicológica, los datos “in vivo” son mucho más limitados. Las investigaciones en cuanto a los efectos cognitivos de los fitoestrógenos, aunque son variados, en la mayoría de los estudios no se reporta una asociación significativa. Claramente, hacen falta más estudios con mejor diseño de metodología, aleatorizados y controlados, antes de que podamos tener conclusiones más firmes.

Fuente:

1. Thaung Zaw JJ, Howe PRC, Wong RHX. Does phytoestrogen supplementation improve cognition in humans? A systematic review. Ann NY Acad Sci 2017; 1403: 150 –63.
2. Roozbeh N, Kashef R, Ghazanfarpour M, et al. Overview of the effect of herbal medicines and isoflavones on the treatment of cognitive function. J Menopausal Med 2018; 24:113–18.
3. Rowe IJ, Baber RJ. The effects of phytoestrogens on postmenopausal health. 2021, Feb; 24(1):57-63.