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La Menopausia como un acelerador: cambios en la salud

La Menopausia como un acelerador: cambios en la salud

La menopausia es un periodo de transición en la vida de las mujeres que conlleva una serie de cambios fisiológicos significativos. En este contexto, se ha observado que la menopausia actúa como un "acelerador" para ciertos problemas de salud, generando cambios que se distinguen de los efectos propios del envejecimiento. A continuación, exploramos algunas de las modificaciones más notables en la composición corporal y otros parámetros de salud durante y después de la menopausia.

Uno de los aspectos más relevantes es la composición corporal. Durante la transición menopáusica, se registra un aumento promedio de peso del 2%, acompañado por una reducción de la masa corporal magra y un incremento en la masa grasa de más del 5%. Estos cambios también se reflejan en la acumulación de grasa visceral y en el grosor íntima-media carotídeo. Tras la menstruación final (FMP), tanto la grasa visceral como el grosor íntima-media carotídeo continúan incrementándose con la edad, aunque a un ritmo más lento que durante la transición menopáusica.

Otro factor a considerar es el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL-C), que se eleva casi al doble de su tasa premenopáusica en el año previo y posterior a la FMP, antes de volver a un incremento más lento, típico de la etapa premenopáusica. Cambios similares se observan en la rigidez arterial, un indicador de salud cardiovascular.

La salud ósea es también un área de preocupación durante la menopausia. Las mujeres suelen alcanzar su mayor densidad ósea en la cuarta década de vida, pero la pérdida ósea se acelera durante la MT, especialmente en la fase tardía, donde pueden perder entre el 5 y el 7% de su masa esquelética en un periodo de aproximadamente cinco años, que incluye la transición tardía y los primeros 1 a 2 años después de la FMP. Después de esta fase de pérdida ósea rápida, la resorción ósea continúa, pero a un ritmo mucho más lento.

Es fundamental que los parámetros de salud que se deterioran agudamente durante la MT sean abordados en la práctica clínica. Las mujeres que comienzan a desarrollar dislipidemia tempranamente durante esta transición pueden beneficiarse de un monitoreo cercano y el uso agresivo de agentes para reducir lípidos. Así mismo, aquellas con un deterioro notable en la función endotelial podrían ser candidatas para iniciar tratamiento antihipertensivo de forma temprana.

Si bien resulta tentador especular que los tratamientos antiresortivos enfocados en prevenir la pérdida ósea perimenopáusica podrían reducir drásticamente el riesgo de osteoporosis y fracturas en la vejez, en la actualidad no existe evidencia médica que respalde tal práctica. A medida que avanzan los estudios en esta área, es crucial que las mujeres comprendan los cambios que experimentan y se mantengan informadas para gestionar su salud de manera efectiva durante y después de la menopausia.

Fuente: Santoro N. Understanding the menopause journey. Climacteric. 2025 Feb 4:1-5. doi: 10.1080/13697137.2024.2445303. Epub ahead of print. PMID: 39903209.

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