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¿Por qué el estradiol transdérmico está ganando terreno en la práctica ginecológica? Relevancia del estradiol en el manejo hormonal del climaterio

¿Por qué el estradiol transdérmico está ganando terreno en la práctica ginecológica? Relevancia del estradiol en el manejo hormonal del climaterio

miércoles, 10 de diciembre de 2025 9:23

El 17β-estradiol continúa siendo el pilar de la terapia hormonal posmenopáusica (THM) por su eficacia comprobada en el control de síntomas vasomotores, prevención de pérdida ósea y mejoría de la calidad de vida. Sin embargo, la vía de administración se ha consolidado como un factor determinante en el perfil riesgo-beneficio de la terapia.

La evidencia acumulada en las dos últimas décadas ha demostrado que la vía transdérmica ofrece ventajas metabólicas y cardiovasculares significativas frente a la administración oral, posicionándose como la opción preferente en múltiples guías clínicas internacionales (NAMS, IMS, ESHRE).

Farmacocinética: mimetismo endocrino y estabilidad sérica

El estradiol transdérmico libera la hormona de forma constante y predecible a través del estrato córneo, evitando el metabolismo hepático de primer paso característico de los estrógenos orales. Esto le confiere una serie de ventajas clínicas y bioquímicas:

  • Mantenimiento de niveles plasmáticos estables de estradiol, con menor variabilidad interindividual.
  • Ausencia de incremento significativo en factores de coagulación (II, VII, IX, X) y proteína C reactiva.
  • Preservación del perfil lipídico y glucémico, sin aumento de triglicéridos ni resistencia a la insulina.
  • Evita el incremento de la SHBG, conservando mayor biodisponibilidad de testosterona y mejor respuesta sexual.

Modelos farmacocinéticos demuestran que los sistemas transdérmicos alcanzan concentraciones fisiológicas de estradiol (20–70 pg/mL) comparables con el rango folicular medio, lo que favorece una modulación tisular más fisiológica en cerebro, endotelio, hueso y epitelio vaginal.

Perfil cardiovascular y trombótico: evidencia actual

La vía transdérmica se asocia a menor riesgo de tromboembolismo venoso (TEV) y eventos cerebrovasculares que las formulaciones orales.

El metaanálisis de Shufelt & Manson (2021), basado en datos de cohortes prospectivas y ensayos clínicos, demostró que las usuarias de estradiol transdérmico presentaron:

  • Reducción del riesgo relativo de TEV entre 30–50 % comparado con las usuarias de estrógenos orales.
  • Perfil neutro sobre presión arterial y reactividad endotelial, con mejoras en marcadores de rigidez arterial y función vascular.

Estos hallazgos se refuerzan con los resultados del estudio KEEPS, donde la administración temprana de estradiol transdérmico (50 µg/día) mostró efectos vasculares favorables sin incremento de eventos adversos cardiovasculares en mujeres sanas recién menopáusicas.

Dosis bajas y personalización terapéutica

El uso de dosis bajas y ultrabajas (0.25–1 mg/día en gel o 25–50 µg/día en parches) constituye una estrategia basada en la evidencia para optimizar eficacia y seguridad.

Estas dosis son suficientes para:

  • Aliviar síntomas vasomotores moderados a severos.
  • Prevenir la pérdida de densidad mineral ósea.
  • Mejorar la calidad del sueño y la función cognitiva.

Simultáneamente, minimizan la estimulación endometrial y el riesgo trombótico.

Cuando se asocian con progesterona micronizada o dihidrogesterona, se mantiene un excelente perfil endometrial y metabólico.

Además, la vía transdérmica evita interacciones farmacológicas mediadas por CYP450, lo que la hace adecuada para pacientes polimedicadas o con comorbilidades metabólicas.

Implicaciones en práctica clínica

El estradiol transdérmico se ha consolidado como la vía de elección para mujeres con:

  • Factores de riesgo cardiovascular o trombótico.
  • Resistencia a la insulina, obesidad o síndrome metabólico.
  • Alteraciones hepáticas o antecedentes de hipertrigliceridemia.
  • Intolerancia gastrointestinal o necesidad de titulación flexible.

La facilidad de ajuste de dosis, la estabilidad farmacocinética y la excelente tolerancia cutánea facilitan una terapia hormonal personalizada, alineada con las recomendaciones de medicina de precisión y de la North American Menopause Society (NAMS, 2023).

Conclusión

El auge del estradiol transdérmico en la práctica ginecológica responde a fundamentos farmacológicos y clínicos sólidos. La combinación de bajas dosis, liberación constante y ausencia de metabolismo hepático optimiza la eficacia terapéutica y reduce los riesgos metabólicos. En el contexto actual, donde se privilegia la seguridad y la individualización, esta vía representa la evolución natural de la terapia hormonal moderna.

En pocas palabras, el estradiol transdérmico representa una nueva forma de cuidar: eficaz, fisiológica y segura.

Referencias:

  • Shufelt CL, Manson JE. Menopausal Hormone Therapy and Cardiovascular Disease: The Role of Formulation, Dose, and Route of Delivery. J Clin Endocrinol Metab. 2021 Apr 23;106(5):1245-1254.
  • Bertonazzi A, Nelson B, Salvador J, Umland E. The smallest available estradiol transdermal patch: a new treatment option for the prevention of postmenopausal osteoporosis. Womens Health (Lond). 2015 Nov;11(6):815-24.
  • Kronos Early Estrogen Prevention Study (KEEPS). (2019). Menopause, 26(9), 1037–1045.




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