La Vaginosis Bacteriana (VB) es una de las enfermedades más prevalentes en mujeres en edad reproductiva y se caracteriza por el reemplazo de los lactobacilos benéficos por bacterias anaerobias, con un sobrecrecimiento de Gardnerrella vaginalis, Prevotella, Atopobium y Mobiluncus.

Aunque son múltiples los estudios que han demostrado la asociación entre VB y la presencia de varias especies patógenas, el significado de estos microorganismos y la patofisiología de la enfermedad, aún permanece sin esclarecerse.

En el tratamiento de la VB, se han administrado lactobacilos tanto vía oral como vaginal para el mantenimiento y restauración del microbioma vaginal normal. Un número considerable de investigaciones in vitro han mostrado que los lactobacilos tienen actividad antibacterial contra los patógenos implicados en VB.

Varias especies de Lactobacilos aislados de productos lácteos y ecología vaginal de mujeres sanas de diferentes países han mostrado actividad antagonista contra P. bivia, A. vaginae y G. vaginalis. Más específicamente, el ácido acético y láctico generado por los lactobacilos puede alterar la morfología de G. vaginalis, ocasionando su encogimiento o que “estallen”. Estos dos químicos también dificultan la actividad de la ATPasa de sodio-potasio de G. vaginalis, lo que resulta en un metabolismo aberrante de ATP y por tanto afecta el crecimiento y reproducción de G. vaginalis. También se ha visto la influencia de los probióticos en el desarrollo del “biofilm” o biopelícula protectora de Gardnerella, especialmente en la etapa temprana de su formación.

Los lactobacilos también pueden prevenir la adherencia de patógenos a las células epiteliales al incrementar la producción de citocinas IL-8 e IL-1β, así como la β defensina humana 2 y disminuir la concentración de la anti leucoproteinasa. Gracias a estudios moleculares se ha observado reducción de patogenicidad de G. vaginalis al reprimir la expresión de genes relacionados con factores de virulencia, adhesión, formación de biopelícula, metabolismo y resistencia antimicrobiana.  Los estudios in vivo realizados en modelos animales, también confirman los beneficios de los probióticos sobre la VB. L. gasseri puede reducir la cantidad de G. vaginalis viable, inhibir sialidasas, regular el TNF α y expresión de IL 1 β, así como disminuir la actividad de la mieloperioxidasa en modelos de ratones.

1. rhamnosis GR-1 y L. reuteri RC -14 son de los probióticos vaginales más estudiados y se han administrado en varios ensayos clínicos, sin alcanzar los resultados ideales. Algunas causas son las variaciones étnicas y también la vía de administración. Las investigaciones realizadas por Russo et al (2019), Koirala et al (2020), Reznichenko et al (2020) y Mändar et al (2023) han revelado que el uso de probióticos orales puede potenciar la tasa de recuperación y alivio de la vaginosis bacteriana, así como mejorar el perfil de la microbiota vaginal.

En otros estudios, por ejemplo, los realizados por Marcotte et al (2019), Baldacci et al (2020), Cohen et al (2020), Armstrong et al (2022) y Mändar et al (2023) se ha postulado que es mejor la administración de probióticos vaginales debido a que evita el paso de los lactobacilos por el medio ácido del estómago, previniendo la pérdida de probióticos y acelerando el inicio de su efecto. En comparación con los probióticos orales, que alcanzan a llegar a la vagina hasta 7 días después, las cepas de lactobacilos administradas vía vaginal muestran efecto en 2 a 3 días.

Fuente: Liu P, Lu Y, Li R and Chen X (2023) Use of probiotic lactobacilli in the treatment of vaginal infections: In vitro and in vivo investigations. Front. Cell. Infect. Microbiol. 13:1153894.

https://hms.harvard.edu/news/modifying-vaginal-microbiome