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Ácidos omega-3: ¿podrían tener un rol en la prevención de la Artritis Reumatoide?
En un estudio de casos y controles, se incluyeron a personas sin Artritis Reumatoide (AR), pero con riesgo de contraerla. Este riesgo se definió por la presencia de un epítopo de HLA-DR compartido o con antecedentes familiares de AR, o ambos.
En las personas con epítopo compartido, la presencia de anticuerpos frente a péptidos/proteínas citrulinados (ACPA) o de factor reumatoide (FR) se asociaba inversamente con el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) eritrocitario, o con la ingestión autodeclarada de suplementos dietéticos de ácidos grasos n-3.
El EPA y el DHA eritrocitarios eran mayores en las personas que tomaban suplementos de aceite de pescado. La presencia de ACPA o de FR puede ocurrir en la fase preclínica de la AR, la cual puede durar varios años antes de que haya síntomas francos de AR. En un estudio en voluntarios sin antecedentes de AR, los participantes con positividad de ACPA se evaluaron más a fondo. El porcentaje con prevalencia de artritis inflamatoria presentaba una relación inversa con el EPA, el DHA y ácido omega-3 docosapentaenoico (DPA) eritrocitario. El desarrollo posterior de artritis inflamatoria estaba inversamente relacionado con el DPA y con tendencias similares para el EPA y el DHA.
Con base a estos hallazgos, se puede considerar que los suplementos de Omega 3 son una medida preventiva potencial para la AR en personas de riesgo. Por tanto, aunque se necesitan más ensayos controlados aleatorizados para establecer con firmeza que los suplementos de aceite de pescado son preventivos para la AR, pueden recomendarse como una medida segura con beneficios potenciales para los pacientes y sus parientes que estén preocupados por la posibilidad de riesgo para AR.
Fuente: Hu Y, Sparks J, Malspeis S, et al.: Long-term dietary quality and risk of developing rheumatoid arthritis in women, Ann Rheum Dis 76(8):1357–1364, 2017.
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