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Percepción del dolor en mujeres y hombres: ¿existe diferencia?

Percepción del dolor en mujeres y hombres: ¿existe diferencia?

Millones de personas son afectadas a nivel mundial, por enfermedades asociadas con dolor. En la literatura se pueden encontrar múltiples estudios sobre la interacción entre las hormonas sexuales y el dolor. Desde estudios de ciencia básica en donde se examinan los cambios en las vías neurobiológicas del dolor y la modificación de expresión génica asociada con el dolor en pacientes con diferentes “perfiles” hormonales; hasta estudios que tienen como objetivo descifrar si los diferentes perfiles hormonales implican diferencias observables en la percepción del dolor, por medio de escalas clínicas.

Aunque se han reportado resultados controversiales, en el análisis de la literatura se implica el rol de los estrógenos en cuanto a sus efectos para regular el dolor, al actuar en receptores intracelulares, modificando la expresión génica de receptores acoplados a proteínas G, distribuidos a lo largo del sistema nervioso central y periférico. De forma adicional, los estrógenos tienen cierta influencia en las vías de modulación del dolor, ya sea serotoninérgicas, noradrenérgicas, dopaminérgicas, y, las más estudiadas, las vías endógenas de opioides. En general, los estrógenos incrementan la nocicepción y también hay estudios bien descritos sobre sus efectos en varias patologías como la migraña, fibromialgia y cefalea tensional.

En cuanto a los andrógenos y sus efectos sobre las vías nociceptivas, aún no está del todo claro, sin embargo, la distribución de receptores de andrógenos a través del sistema límbico y sus efectos en la regulación a la baja de la expresión de receptores de estrógeno puede ser responsable de la diferencia en percepción del dolor entre los dos sexos.

De forma general, la testosterona se ha asociado con protección contra el dolor en el sexo masculino. En la literatura hay reportes de cómo la testosterona limita la producción de citocinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), lo cual contribuye a una menor nocicepción en el sexo masculino, en comparación al femenino. La testosterona disminuye las señales mediadas por el receptor de capsaicina, a nivel de las neuronas del ganglio de la raíz dorsal, sugiriendo su efecto anti nociceptivo. Además, este efecto de la testosterona podría explicar por qué los hombres biológicamente tienen menos prevalencia de enfermedades asociadas con dolor crónico, en comparación con el sexo femenino.

 

Fuentes:

  1. Bartley EJ, Fillingim RB. Sex differences in pain: a brief review of clinical and experimental findings. Br J Anaesth. 2013 Jul;111(1):52-8. doi: 10.1093/bja/aet127. PMID: 23794645; PMCID: PMC3690315.
  2. Lenert ME, Avona A, Garner KM, Barron LR, Burton MD. Sensory Neurons, Neuroimmunity, and Pain Modulation by Sex Hormones. 2021 Aug 1;162(8): bqab109. doi: 10.1210/endocr/bqab109. PMID: 34049389; PMCID: PMC8237991.
  3. Athnaiel O, Cantillo S, Paredes S, Knezevic NN. The Role of Sex Hormones in Pain-Related Conditions. International Journal of Molecular Sciences. 2023; 24(3):1866. https://doi.org/10.3390/ijms24031866

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