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Vacuna contra el Virus de Papiloma Humano: Efectividad y Avances en la Prevención del Cáncer

La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) fue aprobada por primera vez para su uso en los Estados Unidos en 2006. Actualmente, existen tres tipos principales de vacunas disponibles: bivalente, tetravalente y nonavalente. La vacuna bivalente está dirigida contra el VPH 16 y 18, mientras que la tetravalente cubre los tipos 6, 11, 16 y 18. La más reciente, la vacuna nonavalente, comercializada bajo el nombre Gardasil® de Merck & Company, abarca los tipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58.
Esta vacuna es un producto recombinante no infeccioso, desarrollado a partir de partículas similares al virus del L1, que se purifican de cada uno de los tipos de VPH involucrados. Se espera que más del 98% de las personas desarrolle una respuesta de anticuerpos un mes después de completar la serie de vacunación. Hasta la fecha, no se ha identificado un nivel mínimo de título de anticuerpos protectores. La vacuna también incrementa la inmunidad de las células B al modificar el tipo de anticuerpos presentes en circulación. En reacción a una infección natural por VPH, se forman anticuerpos no neutralizantes; sin embargo, si se administra una dosis de la vacuna tras una infección por VPH 16, se generan anticuerpos neutralizantes. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la vacuna contra el VPH proporciona una protección duradera contra la infección, sin evidencia de disminución de la inmunidad durante al menos 12 años.
La eficacia de la vacuna se puede evaluar mediante su capacidad para prevenir infecciones y enfermedades tanto de bajo riesgo como de alto riesgo asociadas al VPH. En la prevención de verrugas genitales, la vacuna tetravalente demostró una reducción significativa del riesgo (OR = 0.03; IC 95%: 0.01–0.09), así como una disminución notable en el número de verrugas genitales. En un estudio realizado en Escocia por Palmer et al., se analizaron los registros de cáncer y los datos de vacunación de mujeres nacidas entre 1988 y 1996 para evaluar la relación entre la vacuna contra el VPH y el cáncer cervical. Los resultados mostraron que las mujeres vacunadas a la edad de 12-13 años con la vacuna bivalente no presentaron casos de cáncer cervical invasivo, lo que indica una eficacia del 100%. En mujeres de 14 a 22 años que recibieron tres dosis de la vacuna, la incidencia de cáncer cervical fue de 3.2 por cada 100,000 en comparación con 8.4 por cada 100,000 en mujeres no vacunadas. Este estudio resalta que la vacunación temprana contra el VPH es efectiva en la prevención del cáncer cervical, siendo más eficaz cuando se administra a niñas de 13 años o menos.
Además, se ha demostrado que las vacunas reducen las infecciones orofaríngeas y anales, ayudando así a prevenir cánceres posteriores. Una revisión sistemática de 2021 encontró que las personas vacunadas presentaban una reducción relativa del 82.7% en las infecciones orales y orofaríngeas por VPH. Por otro lado, un meta-análisis indicó que la incidencia de cáncer anal se redujo significativamente después de la vacunación contra el VPH en comparación con un grupo control (RR = 0.42; IC 95%: 0.31–0.57; p = 0.02).
En conclusión, la vacuna contra el VPH representa un avance significativo en la lucha contra las infecciones por este virus y las enfermedades asociadas, incluido el cáncer cervicouterino, orofaríngeo y anal. Es fundamental que la comunidad médica continúe promoviendo la vacunación temprana para maximizar los beneficios de esta intervención preventiva.
Fuente: Jensen JE, Becker GL, Jackson JB, Rysavy MB. Human Papillomavirus and Associated Cancers: A Review. Viruses. 2024 Apr 26;16(5):680. doi: 10.3390/v16050680. PMID: 38793561; PMCID: PMC11125882.
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