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Síntomas menopáusicos y microbioma

Síntomas menopáusicos y microbioma

Se ha postulado que el microbioma vaginal está íntimamente relacionado con la salud vaginal y el síndrome genitourinario de la menopausia. El síndrome genitourinario afecta aproximadamente el 50% de las mujeres postmenopáusicas y puede alterar significativamente la salud de la mujer, al alterar su función sexual y calidad de vida.

Un estudio transversal realizado en 2013 con 87 pacientes mostró que las mujeres con síntomas leves a moderados de atrofia vulvovaginal tenían mayores posibilidades de tener una microbiota altamente diversa dominada por Lactobacillus crispatus, al compararse con mujeres sin atrofia vulvovaginal.  Un estudio más pequeño, longitudinal con 16 pacientes, también encontró una correlación positiva entre la resequedad vaginal y atrofia vulvovaginal, con depleción de lactobacilos e incremento en la diversidad microbiana. Sin embargo, dos estudios clínicos publicados en 2017 y 2021 con 88 y 120 pacientes encontraron que no había asociación entre la severidad de los síntomas vulvovaginales y la composición de la microbiota vaginal. Por lo tanto, se requieren de más estudios observacionales y aleatorizados controlados para determinar si las especies de lactobacilos pueden aliviar directamente el síndrome genitourinario de la menopausia, el malestar vaginal y severidad de síntomas.

Actualmente sabemos que la microbiota vaginal interactúa con otras comunidades microbiales ya sea en sitios proximales o distantes del cuerpo, por ejemplo, la microbiota urinaria con el tracto gastrointestinal. Estas interacciones conocidas como “ejes del microbioma”, ocurren durante y después de la menopausia y probablemente se relacionan con algunos síntomas específicos. Estudios basados en la secuenciación entera del genoma y técnicas de cultivo urinario cuantitativas han demostrado una interconectividad entre la microbiota dentro del tracto urinario (el eje vagina-vejiga). Las diferentes especies de lactobacilos vaginales también se han hipotetizado como protectores dentro del tracto urinario. La disuria e infecciones urinarias recurrentes también son síntomas comunes en la posmenopausia.

En 2021 se identificaron en un estudio bacterias anaerobias (por ejemplo, Prevotella y Porphyromonas) asociadas a infecciones urinarias recurrentes tratadas con antibióticos. En general, la restauración de los lactobacilos vaginales podría ayudar a aliviar algunos síntomas urinarios y proteger contra las infecciones del tracto urinario. Intrigantemente, un estudio postmenopáusico que incluyó a 62 mujeres con síndrome de vejiga hiperactiva también reveló que el incremento de lactobacilos en la vejiga se asociaba con una mejoría modesta de la urgencia urinaria e incontinencia. Por el contrario, el tracto urinario podría servir como reservorio de los lactobacilos vaginales y ayudar en la recolonización del tracto reproductivo posterior a una disbiosis.

Todo lo anterior es una prueba de que gracias a las técnicas de diagnóstico molecular podemos entender un poco más acerca del microbioma humano y seguramente se harán más descubrimientos del impresionante mundo de microorganismos que nos habitan.

Fuente: Laniewski P, Herbst-Kralovetz MM. Connecting microbiome and menopause for healthy ageing. Nat Microbiol. 2022; 7(3):354-358.

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