De GinExeltis
Las neuronas que te “obligan” a descansar
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Todos hemos visto al más fuerte caer en cama y perder el apetito ante un a gripa. Se ha descubierto que en ratones hay neuronas que “notifican” al cerebro cuando hay una infección como la influenza y desencadena la disminución del movimiento, hambre y sed.
En un artículo publicado el 8 de marzo en la revista Nature, los biólogos sensoriales creen que este descubrimiento cambia el paradigma del comportamiento durante la enfermedad. Uno de los coautores de este estudio, el neurocientífico de la Universidad de Harvard, Stephen Liberles, informó que la creencia era que había moléculas mensajeras que se movían del sitio de infección a través del torrente sanguíneo hacia el cerebro, en donde activaban regiones que desataban el comportamiento durante la enfermedad. Entre las moléculas más posibles para hacer esta señalización, se encuentran las prostaglandinas, que se producen en el tejido infectado. La aspirina y el ibuprofeno, al ser inhibidores de prostaglandinas, también suprimen el comportamiento durante la enfermedad, dándonos otra pista de que las prostaglandinas juegan un papel clave.
Los autores del estudio mostraron que específicamente un receptor de prostaglandina llamado EP3, es responsable de generar el comportamiento de la enfermedad. El receptor EP3 se encuentra en varias neuronas a través del cuerpo, incluyendo el cerebro. Para probar su función, los investigadores inhibieron los receptores EP3 en cerebro de ratones infectados con influenza y observaron que los ratones tuvieron menos movilidad y menos apetito, indicando que el cerebro no obtenía esas señales de la infección desde prostaglandinas originadas en el torrente sanguíneo.
En cambio, los autores encontraron que los agentes clave eran unas neuronas que contenían receptores EP3 localizadas en el cuello de los ratones. Estas neuronas tienen ramas que se estiran, equivalentes a unas “anginas” al tronco encefálico. Esta localización hace sentido, ya que el área de las anginas sirve como “una interfase entre el exterior y lo que entra a la vía aérea” y esta área es rica en células inmunes que pueden producir prostaglandinas cuando se encuentran con patógenos.
Otro dato interesante es que en los ratones en los que se bloqueó el receptor EP3 y por lo tanto el comportamiento de movilizarse menos y tener menos apetito, paradójicamente los ratones eran menos propensos a morir. Los investigadores especulan que puede ser un sistema o conducta del comportamiento que ha evolucionado, aunque no sea del todo benéfico. Otra de las hipótesis es que el comportamiento como la inmovilidad, puede ser de ventaja al reducir la propagación de patógenos en las poblaciones.
Fuente: https://doi-org.pbidi.unam.mx:2443/10.1038/d41586-023-00675-0
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