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¿Cómo afecta el envejecimiento reproductivo la salud musculoesquelética?

¿Cómo afecta el envejecimiento reproductivo la salud musculoesquelética?

Casi todo el tejido músculo esquelético y conectivo tiene receptores estrogénicos. Como la expresión de estos receptores es ubicua en las células satélite y fibras musculares, el estrógeno puede estimular la activación y proliferación de estas células madre inactivas, durante la lesión o reparación muscular.

En especial los receptores ER, contribuyen a una señalización crítica del mantenimiento de las células madre y regeneración muscular en las mujeres. De forma sistemática, la inflamación crónica también afecta la capacidad de rejuvenecimiento de las células satélite.

Y aunque el estrógeno es capaz de mejorar la masa y función muscular, es conocido que las atletas femeninas experimentan más frecuentemente algunas lesiones como la lesión del ligamento cruzado anterior, durante diferentes fases del ciclo menstrual, por ejemplo, en las que incrementan los niveles de estrógeno, mientras que en la menopausia hay un riesgo elevado de trauma musculoesquelético y sarcopenia. Esto implica que, mientras que el estrógeno puede ser benéfico para la salud muscular, también puede reducir la rigidez del tejido conectivo, reduciendo así la función y promoviendo ciertas lesiones.

La integridad de la masa ósea se mantiene por medio de un balance entre la resorción por los osteoclastos y la formación de hueso por los osteoblastos. La osteoporosis está precedida por pérdida de masa ósea en la microarquitectura del hueso, que gradualmente reduce la habilidad del hueso para soportar el peso corporal. Las mujeres postmenopáusicas están en mayor riesgo de desarrollar osteoporosis ya que los niveles séricos de estrógeno están directamente relacionados con la densidad mineral ósea e inversamente ligados al riesgo de fractura.

Un ambiente hipoestrogénico inclina el balance hacia la resorción ósea, ya que los estrógenos ejercen un profundo efecto sobre el desarrollo y supervivencia de osteoclastos y osteoblastos.

Otro de los factores clave en la salud ósea es el calcio, que es un componente mayor de los huesos y provee de fuerza y estructura. La absorción de calcio a través del intestino es mucho mejor cuando hay vitamina D en el cuerpo. El envejecimiento está relacionado con un incremento en la producción de vitamina D, pero una malabsorción en calcio. Las mujeres postmenopáusicas sufren te un balance negativo de calcio que lentamente se estabiliza a lo largo de los años, pero permanece inclinado hacia la pérdida de calcio.

Conforme el envejecimiento natura reduce la eficacia de la producción de vitamina D en el hígado y piel, puede agravar la osteoporosis en mujeres, por lo tanto la suplementación de vitamina D y calcio (no una u otra), es solo una solución temporal para las mujeres, en quienes únicamente la terapia hormonal de reemplazo ha demostrado tener una reducción significativa en la incidencia de fracturas óseas.

 

Fuente:

  1. Dong L, Teh DBL, Kennedy BK, Huang Z. Unraveling female reproductive senescence to enhance healthy longevity. Cell Res. 2023 Jan;33(1):11-29. doi: 10.1038/s41422-022-00718-7. Epub 2023 Jan 2. PMID: 36588114; PMCID: PMC9810745.
  2. Börjesson AE, Lagerquist MK, Windahl SH, Ohlsson C. The role of estrogen receptor α in the regulation of bone and growth plate cartilage. Cell Mol Life Sci. 2013 Nov;70(21):4023-37. doi: 10.1007/s00018-013-1317-1. Epub 2013 Mar 21. PMID: 23516016; PMCID: PMC11114058.

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