La osteoartritis es la enfermedad más común de las articulaciones. Afecta a más de 300 millones de personas a nivel mundial, quienes sufren dolor y discapacidad física. En Estados Unidos se han estimado costos que abarcan hasta el 2.5% del producto interno bruto del país, debido a los reemplazos de cadera principalmente. En principio cualquier articulación puede sufrir osteoartritis, sin embargo, la rodilla es la más prevalente.

Esta enfermedad se caracteriza por cambios patológicos a nivel del cartílago articular y hueso subcondral, resultando en alteraciones estructurales. También puede haber cambios a nivel de meniscos, ligamentos, cápsula articular, músculos sinoviales y periarticulares.

La prevención de Osteoartrosis engloba un amplio rango de actividades que tienen como objetivo reducir los factores de riesgo (amenazas para la salud articular). Estas actividades se pueden enfocar en prevención de factores de riesgo o prevención de progresión de la enfermedad, una vez que el factor de riesgo ya existe. Dado que algunos factores de riesgo están presentes en las primeras etapas de la vida, estos esfuerzos pueden mejorar la esperanza de vida.

Los factores de riesgo pueden prevenirse al reducir la exposición o incrementar resistencia los riesgos asociados. Estos esfuerzos pueden incluir a toda la población, con campañas para mantener un peso saludable, o en algunas situaciones la estrategia de prevención es más compleja.  Los factores de riesgo modificables para osteoartritis incluyen la debilidad muscular local, lesiones traumáticas articulares, sobrepeso u obesidad, deportes de alto impacto y ocupaciones en las que se realce carga pesada. Los factores de riesgo no modificables son: sexo femenino, edad avanzada y predisposición genética.

Aunque la etiología de la osteoartritis es compleja, entender los mecanismos involucrados en su patogénesis y progresión podría ofrecer nuevas áreas terapéuticas para su prevención y tratamiento La definición moderna de OA propone que es una enfermedad crónica inflamatoria de bajo grado que gradualmente altera el inmunometabolismo de las articulaciones. En la osteoartritis, la exposición a citocinas inflamatorias como la interleucina 1β incrementa el estrés oxidativo al estimular las especies reactivas de oxígeno y óxido nítrico en condrocitos y sinoviocitos, resultando en un desbalance en la síntesis anabólica y catabólica de la matriz de cartílago y por consiguiente llevando a pérdida de cartílago.

Vale la pena identificar a pacientes con factores de riesgo y fomentar el fortalecimiento muscular, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio y vigilar la presencia de dolor en articulaciones. Una vez que ya está la enfermedad, se puede hacer uso de medicamentos condroprotectores y colágeno para evitar la progresión de la enfermedad, con el fin de evitar la incapacidad funcional.  

Fuente: Lugo JP, Saiyed ZM, Lane NE. Efficacy and tolerability of an undenatured type II collagen supplement in modulating knee osteoarthritis symptoms: a multicenter randomized, double-blind, placebo-controlled study. Nutr J. 2016 Jan 29; 15:14.