La edad juega un papel crucial que afecta en la salud de la población y la pandemia de COVID 19 no fue ninguna excepción, ya que tuvo un efecto devastador en los adultos mayores. Sin lugar a duda fueron los individuos más vulnerables y con peores resultados, en comparación con otros grupos de edad.

A medida que avanzó la propagación del virus a nivel mundial, la población de adultos mayores fue la que representó mayor carga de hospitalizaciones, uso de terapia intensiva y muertes. Actualmente la infección por COVID 19 tiene unas tasas de infección similares entre los adultos de diferentes edades a nivel mundial. Sin embargo, en comparación con el grupo de personas de 18 a 29 años, las tasas de hospitalización son 5 y 10 veces mayores entre los individuos de 65 a 74 años y mayores de 85, respectivamente. Comparando la tasa de mortalidad, las personas en el grupo de edad de 65-74 y mayores de 85 años, son 65 y 340 veces más propensos a morir por COVID 19, respectivamente.

Esto marca un impacto desproporcionadamente alto en las poblaciones de adultos mayores y este incremento tan grande y astronómica elevación en las tasas de mortalidad observados durante la pandemia de COVID 19, urgen a la comunidad científica para tener una mejor atención en cuanto a las estrategias de salud en esta población.

Estas mejoras son críticas ya que la población está envejeciendo debido al aumento en la esperanza de vida a nivel global. En 2020, las cifras eran de 727.6 millones de personas mayores de 65 años y casi 146 millones mayores de 80. Se espera que estas cifras se dupliquen para el año 2050 y que gradualmente alcance los 2.5 billones para el año 2100.

Este crecimiento tan acelerado y sin precedente de la población causará una carga global en los sistemas de salud (incluso ya se observa este fenómeno por la pandemia), por lo que se requieren nuevas perspectivas para entender las diferencias en mecanismos biológicos, manifestaciones físicas y aspectos sociales con particular enfoque en la población de adultos mayores.

Fuente: Baena C et al.  Aging and the COVID-19 pandemic: The inter-related roles of biology, physical wellbeing, social norms and global health systems. Maturitas 167 (2023), 99-104.