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La vitamina D y el riesgo de fractura

La vitamina D y el riesgo de fractura

La vitamina D comprende un grupo de hormonas lipofílicas que regulan la homeostasia del calcio a través de sus acciones a nivel renal, gastrointestinal, esquelético y en glándulas paratiroideas. Es esencial para mantener la salud a nivel esquelético. Las dos formas principales son la vitamina D2 (Ergo calciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol).

La asociación negativa entre la 25 hidroxi vitamina D y el riesgo de fractura en la población general se ha demostrado en varios metaanálisis. Especialmente en uno que incluyó 15 estudios de cohorte prospectivos (51,239 participantes; 3386 casos de fractura de cadera), el riesgo relativo ajustado fue de 1.58 (95% de IC 1.41-1.77), para los niveles más bajos de vitamina D, en comparación con los niveles más elevados. Notablemente, esta asociación fue estadísticamente significativa sólo en sujetos con niveles de vitamina D <24 ng/mL. En cuanto a las mujeres postmenopáusicas, casi el 50% con antecedente de fractura u osteoporosis tenía concentraciones séricas menores a 15 ng/mL. Un hallazgo similar fue encontrado en el estudio WHI (Women´s Health Initiative), en donde la asociación fue independiente al número de caídas, función física, función renal y concentraciones séricas de hormonas sexuales esteroideas. Más aún, por cada disminución de 10 ng/mL en las concentraciones de 25-OH vitamina D, el riesgo de fractura incrementó 33%.

La deficiencia de vitamina D, especialmente la severa, compromete la salud ósea en la menopausia y se asocia con bajo índice de masa corporal e incremento en el riesgo de fractura. La evidencia en los estudios aleatorizados controlados sugiere que la suplementación con vitamina D puede reducir el riesgo de fractura sólo cuando se combina con calcio. Una de las revisiones de metaanálisis mostró que dosis de calcio de 500-1200 mg en combinación con 400-1600 UI de vitamina D al día, reducía el riesgo de fractura con un riesgo relativo de 0.61 a 0.84. En el estudio VITAL en el que se estudió la vitamina D y omega 3, se utilizó la vitamina D en monoterapia de 2000 UI al día, y no hubo impacto en el riesgo de fractura, en hombres mayores a 50 años y mujeres mayores a 55. En todo caso, el beneficio anti-fractura de la combinación de vitamina D y calcio, es más evidente en la población de mayor edad o con deficiencia severa de vitamina D.

Hasta ahora no hay evidencia de beneficio anti-fractura de la suplementación con vitamina D en mujeres post menopáusicas sin deficiencia de vitamina D o con bajo riesgo de fractura. Por el contrario, la suplementación de vitamina D combinada con calcio se debe de considerar en toda mujer postmenopáusica a cualquier edad con niveles bajos de vitamina D (<20 ng/mL), que sufran de osteoporosis o tengan riesgo alto de fractura de acuerdo con la herramienta FRAX.

Se debe de hacer un “traje a la medida” que tome en cuenta el índice de masa corporal, la adherencia y cumplimiento al tratamiento, así como la evaluación regular de niveles de vitamina D cada 3 a 6 meses para mantener niveles por arriba de 20 ng/mL.  Esto usualmente se alcanza por medio de la suplementación diaria de 2000-4000 UI (4000-6000 UI en pacientes con obesidad). En paralelo, la se debe de aconsejar la ingesta de 1000-1200 mg de calcio ya sea en suplemento o de la dieta, por al menos 3 a 5 años para obtener el beneficio óptimo a nivel esquelético. Esta dosis de calcio no incrementa el riesgo cardiovascular o nefrolitiasis.

 

Fuente: Anagnostis P et al. EMAS position statement: Vitamin D and menopausal health. Maturitas. 2023 Mar;1 69:2-9. doi: 10.1016/j.maturitas.2022.12.006. Epub 2022 Dec 21. PMID: 36566517.

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