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Menopausia: un “reinicio” permanente y su impacto en la salud de la mujer

Menopausia: un “reinicio” permanente y su impacto en la salud de la mujer

La menopausia representa un cambio trascendental en la vida de las mujeres, siendo un período caracterizado por numerosas transformaciones fisiológicas. Entre los aspectos más significativos se encuentra la incidencia del síndrome metabólico, un fuerte predictor de enfermedades cardiovasculares futuras, diabetes mellitus tipo 2 y demencia. Ante esta realidad, la detección temprana y la prevención son fundamentales para proteger la salud de nuestras pacientes.

La prevalencia del síndrome metabólico en mujeres justo en el momento de la menopausia es de aproximadamente un 10%. Sin embargo, esta cifra se eleva de manera alarmante en los años posteriores a la transición, alcanzando más de un 25% de la población femenina seis años después de la menopausia. Esta rápida acumulación de un factor de riesgo cardiometabólico significativo no disminuye, lo que subraya la importancia de abordarlo proactivamente en la práctica clínica. Cabe destacar que el síndrome metabólico también incrementa el riesgo futuro de enfermedades como el Alzheimer, que afectan desproporcionadamente a las mujeres y representan una fuente importante de morbilidad y mortalidad.

Además, la menopausia trae consigo un deterioro en la calidad del sueño, que persiste con el tiempo. El sueño se reconoce cada vez más como un componente vital de la salud general. Patrones de sueño inadecuados, como el despertar tras el inicio del sueño, tienen implicaciones negativas para la morbilidad cardiovascular y la mortalidad a largo plazo. Estudios revelan que las mujeres afroamericanas e hispanas tienden a experimentar una menor eficiencia del sueño y son más propensas a un trayecto de sueño deteriorado durante la menopausia. Las mujeres que duermen menos de cinco horas por noche tienen aproximadamente el doble de riesgo de desarrollar síndrome metabólico en comparación con aquellas que logran mejores patrones de sueño.

Así mismo, aunque el tratamiento efectivo de los síntomas vasomotores puede asociarse con una mejora en la calidad del sueño, otros cambios relacionados con la menopausia también pueden influir negativamente en la eficacia del sueño. La reducción de estrógenos circulantes afecta la flexibilidad metabólica, alterando la función del tejido adiposo y el gasto energético. La pérdida de sueño, a su vez, impacta negativamente en la flexibilidad metabólica, tanto a nivel neurocognitivo como a través de mecanismos circadianos periféricos.

Para los ginecólogos, es esencial comprender la relación entre el sueño y la salud en mujeres de mediana edad. Promover hábitos de sueño saludables podría maximizar la salud cardiometabólica de nuestras pacientes y, a su vez, disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades graves en el futuro. Fomentar un enfoque integral que contemple el manejo del síndrome metabólico y la promoción de un sueño reparador es fundamental para mejorar la calidad de vida de las mujeres en esta etapa crucial de sus vidas.

Fuente: Santoro N. Understanding the menopause journey. Climacteric. 2025 Feb 4:1-5. doi: 10.1080/13697137.2024.2445303. Epub ahead of print. PMID: 39903209.

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