Los síntomas más frecuentes durante la perimenopausia son los bochornos y sudoraciones. Hasta 80% de las mujeres pueden experimentarlos durante la transición menopáusica. Y no hay que menospreciarlos ya que además de que pueden estar presentes de acuerdo con los estudios epidemiológicos hasta por 10 años, representan la causa más común de búsqueda de tratamiento y pueden indicar una vulnerabilidad a enfermedades crónicas debido a los cambios hormonales que se presentan en la menopausia. Independientemente de su frecuencia o severidad, representan una causa de disminución en la calidad de sueño, alteraciones emocionales, fatiga, irritabilidad y disminución de productividad laboral, así como detrimento en la calidad de vida.

En diferentes estudios epidemiológicos se han reportado diferencias en la severidad e intensidad de los síntomas vasomotores en distintas razas/etnias y zonas geográficas. Por ejemplo, en una revisión intercontinental, la proporción de bochornos fue de 77% en África, 18% en Sur América, 46% en Norte América, 58% para Australia y 58% en Asia.

Una revisión sistemática mostró que puede haber también variaciones genéticas que afecten la presencia de bochornos. El estudio Europeo de Menopausia que incluyó a más de 4000 mujeres postmenopáusicas, reportó una tasa de síntomas vasomotores de 63%, calificándolos de severos. Las tasas más altas fueron en Reino Unido.

En 2023, se realizó otra cohorte europea en la que se utilizó un cuestionario para evaluar la carga de los síntomas vasomotores sobre la calidad de vida en mujeres postmenopáusicas. Se incluyeron 2035 mujeres de 40 a 65 años. La prevalencia de síntomas vasomotores moderados a severos fue de 31% en Francia y 51% en Italia. La mayoría de ellas habían llenado en el cuestionario que tenían miedo o aversión por la terapia hormonal, a pesar de ser elegibles para utilizarla. Los síntomas menopáusicas más comunes reportados en el cuestionario, fueron “sentirse cansadas y desgastadas”, y en España los síntomas más comunes eran sentir “dolor en músculos y articulaciones”. La ganancia de peso era el síntoma que más molestaba en todos los países excepto en España, en donde les era más molesto el dolor de espalda baja. Las sudoraciones nocturnas y bochornos tuvieron un alto impacto en la calidad de vida, de acuerdo con el cuestionario de productividad laboral y afectación en calidad de vida (WPAI).

Definitivamente una alta proporción de mujeres experimentan síntomas vasomotores moderados a severos en Europa, especialmente las italianas. Debido a que no todas las mujeres que experimentan síntomas vasomotores buscan atención médica, es probable que se esté subestimando la verdadera prevalencia de mujeres que los padecen, y por tanto las consecuencias o impacto verdadero que puede haber sobre su calidad de vida. Por todo esto es importante que se haga más detección y promoción de la salud en mujeres menopáusicas candidatas a tratamiento hormonal y en aquellas que no sean candidatas o se encuentren renuentes a recibir tratamiento, ofrecerles terapias alternativas.

Fuente: Nappi RE et al.  Prevalence and quality-of-life burden of vasomotor symptoms associated with menopause: A European cross-sectional survey. Maturitas 167 (2023) 66–74.